martes, 22 de mayo de 2007

La ley de Murphy aplicada al empleo

Bien sabemos todos que cualquier tema relacionado con el empleo es complicado y confuso, pero también vale la pena tener buen humor, sin más ánimo que sonreir un poco. Así pues, resultó que aquel "optimista" de Murphy y algunos colegas suyos tenían algunas teorías relacionadas con el empleo y sus derivados. Algunas de ellas son:

  • Principio de Hoffstedt sobre el empleo: La confusión crea empleo.
  • 2ª Teoría de Loftus sobre la contratación de personal: La contratación de personal constituye un triunfo de la esperanza sobre la experiencia.
  • Primera Ley de Parkinson: Cualquier trabajo se expande hasta agotar el tiempo destinado a que se haga.
  • Axioma del salario: El aumento del salario es suficiente para pagar más impuestos, pero no para incrementar la cantidad que se lleva a casa a finales de mes.
  • Lamento de Harris: Los buenos puestos de trabajo ya están ocupados.
  • Ley de Edwards sobre el esfuerzo/tiempo: Esfuerzo x tiempo = constante.
    Dado un tiempo inicial grande para hacer algo, el esfuerzo inicial será pequeño.
    A medida que el tiempo se aproxima a cero, el esfuerzo tiende al infinito.
    Corolario: Si no fuera por el último minuto, no se haría nada.
  • Ley especial: La mesa de trabajo siempre está más desordenada que ayer.
  • Principio de Tillis sobre organización: Si lo archiva, sabrá donde está, pero nunca le hará falta. Si no lo archiva, lo necesitará, pero nunca sabrá donde se encuentra.
  • Ley de CONNOR: Si hay un documento confidencial, alguien se lo dejará en la fotocopiadora.
  • La regla 90/90 de programación de proyectos: El primer 90 por 100 del trabajo requiere el 10 por 100 del tiempo y el último 10 por 100, el 90 por 100 restante.
  • Ley de Quile sobre la consulta: Le ofrecerán un trabajo con salario más elevado cuando no tenga tiempo para hacerlo.

Es posible que alguien se sienta identificado con alguna de estas afirmaciones. Si son muchas, lo siento, tienes mala suerte pero alegrate, porque tu suerte puede mejorar. Si son poquitas, enhorabuena porque la fortuna te sonríe, ahora reza para que no te abandone.

Para que no pueda haber malos rollos con el origen de dichas afirmaciones, diré que todas ellas las he encontrado en un libro llamado "La ley de Murphy" de Arthur Bloch (curiosamente no lo escribió el propio Murphy sino una subcontrata... je, je, cosas del empleo).

 



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