Crónica de un partido de baloncesto... o algo que se le parece.

Arriba, el equipo ganador: Oeoeoeoe, oeeee, oeeee

Debajo, los segundos clasificados: Muy dignos
oponenetes.

Ya ha pasado más de un mes, así es, pero el torneo de baloncesto Ifoc celebrado el pasado 14 de diciembre, permanece inmutable en nuestra memoria como uno de los acontecimientos deportivos del pasado año, por muchos motivos...

Los departamentos se diluyeron y se re-unieron en nuevos equipos, a cada cual más competitivo, en aras de conseguir el triunfo en tan importante acontecimiento. Cada uno dio el máximo de si mismo, y solo las numerosas lesiones o el agotamiento consiguieron menguar el esfuerzo de los participantes.

El partido duró un tiempo indeterminado (¿alguien miró el reloj?), y en ese espacio de tiempo, se anotaron 52 puntos, distribuidos en un reñido 30-22 a favor del equipo blanco, y en perjuicio del equipo amarillo (el de los petos viejitos).

Los máximos anotadores fueron Marian por el equipo blanco y Yoli por el amarillo, aunque no hay que despreciar los esfuerzos de los demás participantes por darle a la canasta, a menudo, en vano (algunos como Cristina hicieron gala de una pésima puntería...)

Las anécdotas tampoco faltaron. La media de tiempo transcurrido entre el último partido jugado y el susodicho era aproximadamente de 10 años (ya se notaba). Ciertos jugadores empezaron dando todo en su ánimo por jugar hasta que transcurridos 10 minutos empezaron a exhalar como burros asmáticos, cuando sus pulmones ya no dieron más de si (¿es casualidad que ambos fueran fumadores? Habría que hacerse una encuesta para ver que opina la peña...). Yoli se lesionó aunque nadie lo creyó. El público éramos nosotros mismos (y no podía haber un público mejor); Cristina propinó puñetazos y luchó como una leona por cada pelota que conseguía coger... hubo rumores de que el arañazo sangriento en la mano de Juanjo se correspondía perfectamente con sus uñas, pero como no hay muestras fehacientes de que la muestra de ADN de la sangre acumulada bajo las mismas se corresponda con la del chaval, la mencionada jugadora es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Finalmente recogemos algunas opiniones de los participantes:

- Mai, mai, mai, mai, mai, amb tota la meva vida, he tengut tantes "agujetas". (Marián, la machacadora, después de un partido de básquet, uno de padel y una noche de marcha).

- Me voy al PAC (Yoli "le superlesionada" después de la cena de empresa, y ante la mirada incrédula de los demás).

- Me llamo Gasol, Toni Gasol (Toni Vaquero, "The It Crowd", también llamado "el topo", que acudió en representación del departamento de informática, para crecerse ante los demás y para que huyéramos ante su presencia.

- Yo he traido el chándal (Elisa "el fichaje" ante la duda de los demás de si jugaría o no. Pues si, lo hizo).

- Aaaaayyyyy (Juanjo "el paranoico" ante las repetidas agresiones de las que fue objeto).

- Este balón es miiiiiioooo (Ángeles "miss decidida" cada vez que le quitaba a alguien la pelota de un salto).

- Després dels primers deu minuts vaig llevar el peu de l'accelerador. Per a malpensades, aquest fet és va produir perquè guanyàvem de carrer, mai perquè els meus pulmons nicotitzats havien dit basta. (Luis "McFly" en plan chulo, y en respuesta a las agujetas de Marian. Y nos vamos a creer que el sábado estaba tan fresco..., como mínimo resacoso de la noche anterior...)

- ¡¡¡¡Arriba la unidad de formación!!!! (Marta "responsable superviviente" en defensa de su equipo original).

- Això s´ha de repetir (Cati "la optimista". Se ha de repetir desde luego, mmmm, ¿el año que viene? Se habló que uno al mes... uf).¨

- ¡Vaya, ahora que tenía una excusa para abrazar a Juanjo! (Cristina "uñas ensangrentadas" luchando a brazo partido por un balón contra Juanjo, cuando Manu dijo basta).

- ¡Falta! ¡Lucha! ¡Fuera! ¡Lucha! ¡Lucha! ¡Bien jugado, aunque lástima de puntería, Cris! (Manu, en su papel de juez y arbitro de la contienda).

En fin, esta es una crónica algo distorsionada de la realidad, la verdad. El cansancio y el alcohol ingerido en la cena de Navidad de aquella noche hicieron seria mella en la memoria de la aquí presente, así que si he puesto palabras en boca de alguien que nunca existieron (cosa que así ha ocurrido, seguro), no es fruto de la mala intención, sino de no acordarme de las palabras reales mencionadas por todo el mundo.

Aviso: Algunas palabras siiiiii que fueron reales. Mi cabeza no quedó tan, tan, tan perjudicada, je, je, je, je.